Descripción Heráldica

En el campo azur, una cabria, acompañada en lo alto, de dos estrellas de seis puntas, una a la izquierda y otra a la derecha, de oro, y, en lo bajo otra estrella de cinco puntas, de oro. El jefe, de plata, con una cruz potenzada, acantonada de cuatro crucetas, de oro. Filete general del mismo metal. Bajo el escudo, sobre volante blanco, la inscripción, en negro: Alianza Católica Puertorriqueña por la vida y por la patria.

Simbolismo

El color azul del campo principal del escudo simboliza a la inmaculada Virgen María, Madre de la Divina Providencia, Patrona Nacional de Puerto Rico bajo cuya especial protección ha sido puesta la Alianza. Este color constituye, secundariamente una referencia al Océano Atlántico y al Mar Caribe los cuales bañan las costas de la nación puertorriqueña.

La cabria o chevrón, emblemática de estabilidad y firmeza, alude a la fidelidad y firmeza con que el Movimiento confía que la Santísima Virgen cuidará de nuestra Patria: cual Nuestra Señora cuidó a nuestro Señor en Su regazo. La estrella de cinco puntas representa a la nación puertorriqueña por ser esta la estrella de la bandera nacional de Puerto Rico.

A la izquierda de la cabria, una estrella de seis puntas, la cual por ser triple símbolo en el escudo de la Orden Carmelita representa el espíritu misional de la Alianza, la cual, ha encomendado dicho espíritu a favor de la vida, a Santa Teresita del Niño Jesús por ser ésta Patrona de las Misiones, y en cuyo día natalis del año del Señor 2010, se celebró la primera reunión de la Alianza.
A la derecha de la cabria, otra estrella de seis puntas la cual ha sido por siglos, símbolo por excelencia de la Santísima Virgen María, guía de los cristianos, la cual conduce como Estrella de la Mañana, a los puertorriqueños a puerto seguro sobre las intrépidas aguas de los océanos y mares secundariamente aludidos en el color principal del escudo.

En el jefe del escudo, la cruz quíntuple de Jerusalén (de oro sobre campo de plata) proclama el carácter católico y puertorriqueño de la Alianza, pues además de ser símbolo de nuestro Señor Jesucristo lo es del reino latino de Jerusalén, establecido por los Cruzados en Tierra Santa, y, como tal, figura en la bordura del blasón de Puerto Rico.

Los metales de oro y plata, que aparecen tanto en el jefe como en el campo principal del escudo, son además, los tradicionales colores pontificios, y significan la incondicional adhesión de la Alianza a la enseñanza de los Obispos de Roma, sucesores del Príncipe de los Apóstoles.

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